La
esclerosis tuberosa o complejo de esclerosis tuberosa (TSC) es una enfermedad
genética autosómica dominante con mutaciones en los genes TSC1 o TSC2 que
provocan una desregulación del mTOR y en consecuencia una proliferación celular
descontrolada. Clínicamente se caracteriza por la formación de tumores en
diferentes órganos, estando los angiofibromas faciales presentes en el 80% de
los pacientes. Esta sintomatología
provoca un fuerte impacto psicológico en muchos pacientes que la padecen. Entre
las alternativas disponibles para mejorar la apariencia de los angiofibromas cutáneos
esta la rapamicina por vía tópica.
Desde el año
2010 se han publicado varios artículos sobre la utilización de rapamicina en el
tratamiento de las manifestaciones cutáneas en TSC incluido un ensayo clínico
que evaluaba seguridad y eficacia en esta indicación.
Recientemente
la revista European Journal of Hospital Pharmacy ha publicado un estudio de
estabilidad sobre la rapamicina 0,1% en gel hidrofílico para el tratamiento de
esta patología.
El estudio de estabilidad concluye que los geles se mantuvieron física y microbiológicamente estables
después de 1 año a 4 ° C: las características organolépticas y el pH no
cambiaron, no se observó una disminución significativa de la rapamicina, el
tamaño de las gotitas de tocoferol fue constante y el comportamiento reológico
no se alteró.